En un cerrar de ojos todo lo que había logrado desapareció.
Ese dolor que me asfixiaba el pecho apareció desde lo más profundo de mi caja de recuerdos desechados. Apareció en mi mente, flotando, como algo que tiene derecho a estar ahí, como algo que merece estar en mi vida.
Apareció ante mis ojos con esa amenaza constante, con ese recordatorio -
Es casi metafórico que haya alejado a todo el mundo de mi vida debido al dolor que siento, y que sea este dolor al que me aferro como si fuera oxígeno sin el cual no pudiese vivir.
Se podría decir que es casi masoquismo, la única diferencia es que no hay ningún momento del día en el que este dolor sea la causa de mi júbilo.